El mundo en el que vivimos, está habitado por millones de personas, las cuales tienen maneras de aprender completamente diferentes para producir como resultado, conocimiento. Pero, ¿De qué manera puede un individuo desarrollar un método de aprendizaje, con el resultado de que este, mejore su capacidad de entendimiento? Todo esto, es posible mediante un proceso llamado Metacognición.
Si es la primera vez que escuchas esta palabra, te animamos a que te quedes con nosotros a fin de que conozcas su significado y cómo puedes emplearlo en tus periodos de aprendizaje para así, mejorar tus destrezas cognitivas.
Definición: Qué es la Metacognición
Antes de conocer cómo integrar la metacognición en los procesos intelectuales, nos concentraremos en su definición y qué comprende específicamente.
Significado
La palabra metacognición se forma por dos vocablos, uno del latín “cognitio, cognitiōnis” cuyo significado es conocimiento o bien, acción y efecto de conocer y el otro término que conforma esta palabra es μετα (meta) que significa más allá en griego.
Teniendo esto en cuenta, podemos definir a la metacognición como la habilidad que posee el ser humano de regular por sí mismo los procesos y estrategias de aprendizaje, es decir, desarrollar conciencia y control sobre el desarrollo de pensamiento e instrucción. De este modo, se puede considerar a la metacognición como una herramienta para mejorar las destrezas intelectuales.
Ejemplos de Metacognición
Para entender mejor el significado de metacognición, veamos algunos ejemplos en los cuales practicamos esta capacidad:
- Cuando somos conscientes de nuestro propio desarrollo de aprendizaje, es decir que podemos observarlo y analizarlo desde fuera
- Al momento de reflexionar la manera en que absorbemos conocimiento o aprendemos
- Cuando conocemos qué factores, sean externos o internos que nos distraen y nos esforzamos por ignorarlos, a fin de cumplir nuestros objetivos
- Al observar que cierta estrategia, para alcanzar determinado objetivo no está resultando exitosa y se decide reemplazar por una que resulte más eficiente y cómoda.
Tomando en cuenta estos ejemplos y otros más, podemos entender mejor la definición de metacognición, a fin de emplearlos en nuestros procedimientos de aprendizaje y generar mejores resultados.
Diferencia entre cognición y metacognición
Tal vez al escuchar las palabras cognición y metacognición en una oración, pensemos que son lo mismo. Aunque ambos términos están relacionados entre sí, cabe destacar que no son iguales por completo, por tanto ¿cuál es la diferencia entre ellas?
La cognición se puede definir como todo actividad mental en que todo ser humano participa diariamente a fin de adquirir conocimiento, por ejemplo: el aprendizaje, el razonamiento, la toma de decisiones, entre otros. Mientras que la metacognición, abarca mucho más, puesto que comprende regular dicho intervalo de estudio y analizarlo, para así, conocer cuán efectivo es a la hora de instruirse.
Podemos poner un ejemplo sencillo para entender mejor esta diferencia: supongamos que deseas aprender a cocinar, la cognición comprendería los métodos que utilizas a fin de instruirte y conocer cómo desarrollar esta capacidad. Mientras que la metacognición, abarca el analizar cuán productivo es el proceso de estudio y de qué manera se puede mejorar a fin, de aprovechar las habilidades que ya posees.
Tipos de metacognición
Ahora que hemos definido qué es esta aptitud desarrollada por los seres humanos, seguidamente mencionaremos cómo se clasifica la misma, en adición a modelos simples, para así, entender mejor cada categoría.
- La Metacognición Personal: Esta clase de metacognición comprende el conocimiento de las facultades y limitaciones de la memoria de sí mismo incluyendo también, la habilidad cognitiva para controlar sus experiencias. Una forma de ejemplificar esto, pudiera ser cuando un estudiante se concentre y detecte cuáles son sus destrezas al estudiar una determinada asignatura, para así, aprovecharlas de la mejor manera.
- La Metacognición de la tarea: Esta metacognición abarca en conocer cómo la dificultad de un problema cognitivo que tenga un estudiante establece relación con los detalles específicos de una actividad en concreto. Por ejemplo, supongamos que estudias historia y al hacer esto, reconoces que tienes dificultad para memorizar fechas, acontecimientos, lugares o bien, personajes. Detectar cuáles son tus puntos débiles puede serte de gran utilidad para así, conocer cómo mejorarlos y así, progresar en tus sesiones de estudio.
- La Metacognición de las estrategias: Esta categoría de metacognición engloba el conocer qué cosas se pueden realizar a fin de que influya en el rendimiento de la memoria del estudiante. Un ejemplo que pudiéramos colocar con relación a este tipo de metacognición, es determinar qué estrategia o bien, técnica de estudio te resulta más efectivo y cuál no tanto, para así, adaptar el estudio acorde a tus capacidades.
Actividades de metacognición
Ahora que hemos definido qué es la metacognición, es momento de analizar algunas actividades que se pueden utilizar al momento de estudiar para así, generar mejores resultados en estos procesos de aprendizaje.
Cabe destacar que dichos métodos son generales pero que pueden ser de mucha utilidad en diferentes campos de estudio, como los que mostraremos seguidamente.
Actividades de metacognición en Filosofía
La filosofía es conocida como el estudio de diferentes problemas fundamentales como la existencia, la verdad, la mente, el conocimiento, entre otros.
Ahora bien, ¿Qué tipo de actividades de metacognición, se pueden integrar para así, sacar más provecho a la instrucción recibida de esta asignatura?
- Paráfrasis: La paráfrasis es conocida como el comentario o explicación que se añade a un escrito complejo para así, comprenderlo con mayor facilidad. En la filosofía, se puede integrar esta estrategia para así, poder entender mejor el significado de un tema y conocer cómo aplicar dicho conocimiento.
- Preguntas Metacognitivas: Otro recurso de mucha utilidad que se puede emplear en la filosofía, son las preguntas metacognitivas, es decir reflexionar luego de haber estudiado alguna lección en específico, empleando una serie de incógnitas, algunos ejemplares de estas pudieran ser: ¿Qué he aprendido?; ¿De qué manera lo he aprendido?; ¿Qué habilidades he perfeccionado?; ¿De qué forma me ha resultado útil?; ¿Para qué me puede servir?
Actividades de metacognición en Ciencias Sociales
Las ciencias sociales son la asignatura que tienen el objetivo de estudiar la sociedad y comprender el comportamiento humano. Además, es interesante destacar que la misma tiene diferentes ramas: Economía, Geografía, Ciencias Políticas, Psicología, Antropología, entre otros. Ahora bien, ¿Qué tipo de actividad metacognitiva pudiera ser útil para esta clase?
Seguidamente, observarás algunos ejemplos:
- Creación de Mapas Conceptuales: Es importante mencionar que en esta asignatura el aprendizaje memorístico, es decir, memorizar la información sin entenderla, no resulta muy práctico puesto que se manejan diferentes conceptos y si los mismos no se comprenden, puede resultar complicado al estudiante manejar dichos términos.
- Ahora bien, ¿Qué procedimiento alternativo a este método de estudio se puede integrar a fin de tener resultados más efectivos? ¡Los mapas conceptuales! Los mismos tienen como propósito graficar los conceptos estudiados, y así, relacionarlo con el tema, lo cual simplifica la organización, retención y manejo de los conocimientos obtenidos.
- Autoevaluación: Otra actividad metacognitiva que puede resultar de mucha utilidad en el estudio de esta asignatura, es la autoevaluación de los procesos de aprendizaje, con el objetivo de descubrir qué procedimientos resultan más eficaces y cuáles no tanto para así, enfocarse en cuáles son las habilidades del estudiante y saber cómo aprovecharlas.
- Por otra parte, es importante mencionar que cada persona tiene un método de estudio completamente diferente de otra, existen estudiantes que comprenden mejor la información relacionando un concepto con imágenes, mientras que otros manejan los temas, dividiéndolos por categorías como sucesos, tiempo y otros detalles. Ahora bien, prescindiendo del procedimiento que te resulte más cómodo, lo más relevante es que el mismo te sea útil y te ayude a entender lo que estás aprendiendo.
Actividades de Metacognición en inglés
Aprender un nuevo idioma, implica mucho esfuerzo, pero al igual que en otras asignaturas, se pueden emplear actividades metacognitivas a fin de sacar más provecho a los procesos de aprendizaje.
Seguidamente, mostraremos algunos de dichos métodos y aunque están orientados principalmente al estudio del idioma inglés, pudieran ser aplicados al estudiar otra lengua en específico.
- Reflexionar en la finalidad de un tema: Cada tema u objetivo que se expone en una asignatura tiene un propósito, de igual manera, sucede al aprender un idioma. Por tanto, un método metacognitivo que puede resultar de mucha utilidad en este campo, es pensar con antelación cómo puede serte útil lo que vas a aprender y cómo puedes reforzar lo que ya sabes.
- Búsqueda de ocasiones para practicar: Otro método metacognitivo que se puede emplear al estudiar un idioma es pensar en cómo y dónde puedes poner en práctica lo que has aprendido, para así, reforzar tus conocimientos. Por ejemplo: ¿Puedes practicar lo que aprendiste conversando con hablantes nativos? ¿Al momento de realizar traducciones? O bien, ¿Cuándo leas algún libro? Meditar en este tipo de aspectos, puede ayudarte a fijar objetivos y alcanzarlos.
- Por otro lado, es relevante mencionar que, pensar en cómo puede beneficiarte el idioma que deseas aprender, también puede resultar de gran utilidad, por ejemplo: ¿Cómo puede ayudarte a reforzar tus relaciones personales, estudiar determinado idioma? ¿Puede serte útil en el ámbito laboral? ¿De qué manera puede mejorar tus destrezas mentales?
- Reflexionar en preguntas semejantes a las anteriores y experimentar los resultados de primera mano, puede mantenerte motivado para seguir aprendiendo y mejorar cada vez más.
- Auto evaluación: Algo que debemos destacar que afecta el proceso de aprendizaje son diversos factores externos, entre estos, el ámbito y el tiempo, por ende, una estrategia metacognitiva que puede resultar de mucha utilidad al estudiar un idioma sea el inglés o cualquier otro, es prestar constante atención a tus sesiones de estudio y autoevaluarte.
- Por ejemplo, pregúntate:
- ¿En qué momento del día me es útil estudiar? ¿Durante el día o por la noche?
- ¿En qué ámbito me siento más cómodo para aprender? ¿En casa, al aire libre o bien, en un salón de clases?
- Realizando preguntas de esta categoría puedes determinar cuál es el momento y ámbito que te resulta ideal para estudiar.
- Por otra parte, también es importante analizar, qué método de estudio te resulta más efectivo al aprender un idioma, sea leyendo libros, hablando con los nativos o bien, estudiando reglas gramaticales. Al hacer esto, podrás aprovechar tus puntos fuertes y mejorar tus destrezas cognitivas.
- Por ejemplo, pregúntate:
Actividades de metacognición para Historia
Otra asignatura interesante a la que se pudieran aplicar las actividades o bien, estrategias de metacognición es historia, la cual tiene como objetivo estudiar sucesos que ocurrieron en tiempos pasados, no obstante, la misma puede ser de una categoría en específico, por ejemplo, puede ser la historia de un país, de los seres humanos o incluso, del espacio.
No obstante, sin importar cuál sea la categoría que desees estudiar de esta asignatura, seguidamente, te mostraremos algunos métodos metacognitivos que pueden resultar útiles para sacar más provecho a tus sesiones de aprendizaje.
- Esquemas: Organizar con esquemas diferentes contenidos, puede ser un buen truco para asimilar mejor el mismo, por ejemplo, pudieras clasificarlo según el orden cronológico, la época, la relevancia o incluso, el tema.
- Preguntas Metacognitivas: Otra estrategia de metacognición que pudiera ser idónea para el estudio de la historia son las preguntas metacognitivas, las cuales consisten en evaluar lo que has aprendido, pensando de qué manera puede serte útil y en qué ámbito pudieras aplicar dichos conocimientos.
La #metacognición es clave para aprender a desaprender y reaprender. #FOWiberoamerica @garbulsky @P_Aristizabal pic.twitter.com/nAAiQcckNB
— #FOWiberoamerica (@fowiberoamerica) November 16, 2020
Resumen y Conclusiones
Hasta este punto hemos analizado qué es la metacognición, qué comprende específicamente y algunos ejemplos de la misma, incluso destacamos algunas estrategias que incluyen ejercitar la misma a fin de producir mejores resultados al adquirir conocimientos en diferentes asignaturas.
Por tanto ¿A qué conclusión podemos llegar con toda esta información?
El ejercitar esta aptitud genera diversos beneficios a nivel cognitivo, debido a que, cuando el estudiante analiza de forma cuidadosa los procesos de aprendizaje que emplea, le permite conocerse a sí mismo, sabiendo cuáles son sus puntos fuertes y débiles, qué ámbito, momento y método de estudio le resulta más efectivo, entre otros aspectos, a fin de sacarles provecho y disfrutar aún más sus sesiones de estudio.
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